CRONIQUILLAS CASANAREÑAS




“Con alma de pueblo pensando en todos vive el cambio”



Setiembre de 2010 Año I No. 06                                                   Yopal –Casanare- Colombia.
Autor: Omar Niño Rueda
T. P. P. 63l4 Mineducación Nacional

EDITORIAL

No hace mucho tiempo que el gobierno, a través de la estatal petrolera Ecopetrol, anunció muy buenas noticias, respecto a la explotación de nuevos yacimientos que incrementarían las reservas de hidrocarburos para el país, así como el monto de regalías para los municipios productores.

Esas alegrías de “perro capón” que experimentaron algunos de nuestros “lideres políticos”, quienes ya empezaban a hacer “planes de inversión”, no duró “lo que dura una flor” y hoy seriamente contrariados se mueven “como bachaco en mudanza”, a fin de convocar a todas las fuerzas vivas para organizar una defensa férrea contra este “raponazo” que pretende dar el gobierno nacional a nuestros recursos.

En los reglamentos llaneros se dice: “que quien no sabe enlazar, manea” y en este caso nos tocó manear, por no saber utilizar unos recursos que nos dio nuestro subsuelo y que como buenos “burros con plata” dilapidamos a manos llenas, gastando en obras suntuosas que no necesitábamos como: plantas de yuca que no funcionan porque los yuqueros quebraron esperando tan anhelada bonanza; parques de agua que son criaderos de zancudos y sapos; terminales de transporte donde no llegan buses; mataderos con gran capacidad que están subutilizados; mercados campesinos donde no se vende nada porque los labriegos están mas preocupados por salvar su vida frente a las guerras del conflicto armado; edificios gubernamentales que son un “barril sin fondo”, pues se han comido cualquier presupuesto y no se vislumbra su terminación; hospitales que se construyen y se pretenden dotar con “sofisticados” equipos que se van a comprar “al fiado”, sin pensar de donde se va a sacar la plata para pagar este “leasing” si nos recortan las regalías, y los mas grave: A los especialistas que van a manejarlos, pues los pocos médicos con que contamos tienen que hacer huelga para que les paguen sus sueldos atrasados, debiendo conformarse con recibir el salario de uno o dos meses.

Son muchos los factores que incidieron en la “papaya” que le dimos al gobierno nacional para que se tomara esta decisión. Y digo: “dimos”, porque todos somos responsables de esta debacle que se nos avecina y que, con el debido respeto, nos merecemos por ser tan “alcahuetas” con los gobiernos de turno.

Pese a todo, estoy de acuerdo que debemos unirnos para “dar la pelea” por la defensa de nuestras regalías, pero apartando a quienes estando en el poder no obraron bien, en su debido momento, y hoy, asumiendo el papel de víctimas, salen a rasgarse las vestiduras y a pretender ser líderes de una causa que ellos mismos propiciaron y de la cual son mucho mas culpables que nosotros. Claro que, la mayoría, ya no tienen problemas económicos, como los tenemos la gente del común y por ende esta crisis poco y nada los afecta, a no ser que estén aspirando nuevamente a seguir usufructuando del erario público y, lo que es mas vergonzoso, con nuestro “cómplice consentimiento”.

Aviso clasificado: Se empeña hospital para pagar al personal médico.

¡EXTRA, ATENCIÓN, SE ACERCA EL HURACÁN “POLITICO” A CASANARE!

Una verdadera tormenta de incalculables proporciones que azotará y tratará de horadar las conciencias de la mayoría de los ciudadanos de bien, está por desatarse en las regiones más desprotegidas del departamento de Casanare.

Para el efecto, se prevén incalculables talegadas de plata de más veinte mil millones, acompañadas de vientos huracanados de mas de mil decibeles, que intentarán “taladrar” la débil resistencia de los cerebros de la gente que cree que con las fuertes oleadas de “limosnas” que lloverán para calmar un poco el hambre, mientras dure la campaña, nos fortalecerán para aguantar los próximos cuatro años de desgobierno de estos “Robin Hood” manejados por la clase elitista.

Se recomienda a todos los residentes de Casanare, especialmente, trancar bien las puertas y ventanas, sobre todo los oídos, para impedir que las malignas emanaciones de las “bocotas” de estos fenómenos innaturales, que soplarán con mucha fuerza para despotricar de sus oponentes de una manera despiadada, causen mayor daño a la inerte población, que ante la reciedumbre desatada por el sin igual acontecimiento, no sabrá para donde coger y por tanto será presa fácil de los depredadores, que con el cuento de ofrecer “pañitos de agua tibia” y algunas tejas, ladrillos, cemento y volquetadas de arena y balastro para reparar los daños, se acomodarán en los puestos de privilegio y de paso ubicarán sus “veletas” para medir el fuerte oleaje de billete que llegará ante el incremento del mar de regalías por los nuevos pozos petroleros descubiertos recientemente.

Debemos recalcar que no es la primera vez, ni será la última, que este devastador fenómeno toca tierras casanareñas y que sus consecuencias serán funestas si no se toman las medidas preventivas para evitar que suceda lo de años anteriores, cuyas remembranzas todavía están vivas en nuestras mentes y conciencias, pero que debido a la pertinaz lluvia de sobres que contienen los consabidos mendrugos, se nos olvidarán como por arte de magia.

Los organismos de control han previsto que, pese a que muchas personas quedarán totalmente desprotegidas y con hambre, el fenómeno traerá cosas buenas para los que “controlan”, o sea para ellos, pues es bien sabido que “el picure trabaja pa´ la lapa” y en el llano se dice “Nadie sabe para quien trabaja”.

Es conveniente recordar a todos los pobladores que serán cubiertos por este acontecimiento, que no se confíen en las pequeñas precipitaciones de “migajas” que sólo durarán por poco tiempo y en cambio sus nefastas consecuencias permanecerán por cuatro años, haciendo que reneguemos de nuestra suerte. Una suerte que nosotros mismos nos la buscamos, por no pensar y prever las cosas con sentido de pertenencia y a conciencia.

Para enfrentar con mayor éxito este reto que se nos avecina, es menester, como dicen los marineros, mantener fijo el rumbo, utilizando muy bien la brújula y orientando la barca hacia puerto seguro evitando que naufrague. De lo contrario sólo nos quedarán los recuerdos de “lo que pudo haber sido y no fue”. Y como dice el parcero: “Tome pa´ que lleve, papá”

“El museo del hombre llanero estará ahora bien vigilado. Ojala encuentren la plata que se perdió.